"JONÁS Y LA BALLENA" (Fornili/ Feliciati/ BOSÉ) La inspiración bíblica vuelve a aflorar en una leyenda que a MIGUEL le servía como metáfora de su propia existencia en esos momentos. "La ballena era otra vez una alegoría de mis ansias por esconderme, refugiarme, transformarme. Elegí esos coros tan resonantes para que pareciera que estaban cantados desde dentro del animal, con el eco repicando en sus tripas". Como curiosidad, cuando MIGUEL explicó la canción al hombre que se encargaba de las adaptaciones de los temas al inglés, éste le contestó: "Uf, creo que no van a entender nada. A los sajones les parecerá de un pretencioso tremendo..".

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